El acceso de los países pobres a medicamentos muy necesarios para ellos, es muy complicado, debido a que las multinacionales solo investigan en esos medicamentos si les dan beneficio, y solo puede ser rentable si los patentan. Por lo tanto si no hay patentes no hay medicamentos para los países pobres y si hay patentes, los medicamentos son demasiado caros para que estos puedan adquirirlos.
2º Reflexiona, investiga en Internet y plantea algún modo de poder resolver esa contradictoria e injusta realidad.
El objetivo a perseguir consiste en que los propietarios de
las patentes o los productores de los fármacos genéricos puedan facilitar el
acceso a los medicamentos a los países pobres a precios cercanos a los costos
de producción.
Al mismo tiempo se deberían mantener los precios altos de esos
medicamentos en los países ricos para que no disminuyeran los incentivos a la investigación.
Esto supone que los mercados ricos
se separen de los mercados pobres para evitar el contrabando de medicinas
baratas de los países pobres a los ricos.
Los gobiernos de los países ricos tienen el deber moral de dar acceso a los medicamentos a los países pobres, para ello, es fundamental la creación de un “Fondo para la Salud Global”, del cual pueda abastecerse a los países pobres.
Otro
enfoque, podría ser que la investigación en fármacos nuevos fuera financiada íntegramente
por los Gobiernos, de esta forma las patentes desaparecerían, sin embargo, en esta
opción la incentivación a la investigación no está del todo clara, por
lo que podría haber carencia de fármacos para algunas enfermedades. Por lo
tanto, se hace necesaria la reforma del sistema internacional de patentes.
Para
ello, se podría crear un Fondo Mundial de Rescate de Patentes, de forma que la
patente de un fármaco quedaría liberada mediante el pago de una sola vez de una
cantidad a modo de compra, de manera que a partir de ese momento, se podría
fabricar libremente ese medicamento genérico. Y por otro lado, incentivar la
investigación hacia aquellas enfermedades que afectan a millones de personas
pobres y que no son comercialmente rentables.
La forma de financiar esta última opción, sería a través de un impuesto mundial.
3º Redacta una breve semblanza del investigador que se cita en el segundo artículo y de la trascendencia de su iniciativa y de su trabajo.
Manuel Patarroyo, es un investigador totalmente volcado en la ayuda a la humanidad, de gran solidaridad, y sentido de la responsabilidad social, que le ha sido reconocida con numerosos premios internacionales, como el Premio Príncipe de Asturias en 1994, y el Premio Príncipe de Viana de la Solidaridad en 2011.
No
está movido por razones económicas de lucro o enriquecimiento personal, todo su
trabajo ha estado siempre dirigido a las personas más desfavorecidas y
totalmente financiado por el gobierno de su país, Colombia.
Aunque
su trabajo se ha centrado principalmente en la búsqueda de una vacuna sintética
contra la malaria, ha tratado de diseñar un método que sirva a científicos
posteriores para la búsqueda de una vacuna a todas las enfermedades
infecciosas.
Patarroyo,
ha realizado numerosas publicaciones científicas (alrededor de 300) sobre su
investigación y resultados, que han sido publicadas internacionalmente, y ha
participado en infinidad de congresos para difundir su trabajo y ayudar a la
investigación mundial.
4ºTambién
en el segundo texto se ofrece un dato significativo acerca de las vacunas ya descubiertas.
Aporta alguna opinión al respecto en relación con el mundo de la medicina y de
la ciencia en general.
El
desarrollo de una vacuna desde su investigación en el laboratorio hasta que
empieza a probarse en seres humanos exige varios años, y ha de superar tres
fases de prueba antes de que le sea otorgada la licencia de uso público. Antes habrá
sido probada su eficacia en animales durante varios años, y posteriormente administrada
primero en un pequeño número de voluntarios sanos, si supera esta fase en unos
cientos después, para terminar con miles de ellos.
Todas
estas fases que duran entre ocho y diez años, son seguidas de cerca por
examinadores independientes que regulan y controlan el estudio para verificar
la seguridad de los voluntarios.
Solo
aquellas investigaciones que desde un primer momento pueden presumirse que van
a ser rentables, llegarán a su fin.
Las
partidas económicas que los gobiernos de los distintos países destinan a la
investigación, son cada vez menores, por lo que son las multinacionales las que
se dedican a ello, solamente persiguiendo un beneficio económico.
Esto
conlleva que sin beneficio no hay investigación y los países afectados con más
enfermedades son los pobres, es decir, los que no pueden costear ni la
investigación ni la compra del remedio para la enfermedad.
Todo
esto provoca que el proceso sea lento y largo en el tiempo, y que solamente
trece vacunas desde 1884, hayan podido superar todas las trabas políticas,
económicas y de investigación.